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19 abril 2011

Vacaciones

Al tener 3 semanas de vacaciones, debía ir a algún lado, realmente porque necesitaba descansar de mi casa, mi madre... especialmente mi madre.
Así que me fui a Bahía Inglesa, un lindo balneario en el Desierto de Atacama, como es desierto, no hace mucho frío en el día, sólo en la noche hace frío. MENTIRA! O tal vez, tengo mala suerte: hizo frío, parecía que llovía los días que estuve allá, no me pude broncear, a lo más la cara cuando me iba, pues salió el sol. El viaje fueron 3 días, de amarrete, porque si estaba más días, resultaba más barato ir a Buenos Aires como el año pasado.
Día 1:

El vuelo salía a las 10:45, me venían a buscar a las 8, pero no, llegó a las 7 algo, corri y se me quedaron algunas cosas; ya en el aeropuerto tuve que esperar más de una hora, vitrinié harto, comí y me aburrí, el vuelo fue puntual, una hora de viaje, ya en el aeropuerto 'Desierto de Atacama' de Copiapó tomé el servicio que me esperaba para ir al hotel Rocas de Bahía, el hotel de allá, hay más hostales y hoteles, pero el reconocido es ese.

El día precioso, cambio de ropa y a comer, un rico chapsui de mariscos y pescados, volví al hotel a ducharme y colocar mi nuevo trikini pero, una agradable complicación: jacuzzi, al salir miro por la ventana y se había nublado, había viento, heladísimo, igual fui a la playa y me congelé. Caminé por los negocios y compré un collarcito de lapislázuli, hermoso.


Descubrí que sólo hay 3 negocios de comidas, no hay cajero automático, no hay supermercado, nada, sólo hay playa.

Día 2:
Luego de un agradable desayuno, voy a tomar un colectivo hacia Caldera, ahí me dijeron en el hotel que hay cajero, tomé el colectivo de ida, cobra 800 pesos, pero de vuelta, debo pagar 2 pasajes para que quieran ir a  Bahía Inglesa, será.

En Caldera, vi la iglesia, unos locales de artesanía (compré 2 cosas, una se perdió en mi cartera o arrancó). Luego, por la calle que lleva al puerto, que es fácil de llegar si no tienes problemas con tus piernas, dado que está lleno de escaleras de piedra, anda a tropezar ahí. Como era temprano, casi nada estaba abierto, así que saqué fotos, compré una bebida, odié al inteligente que llenó de escaleras esa bajada y me fui en colectivo (el chofer me retó porque no iba con otra persona, que me tenía que cobrar 2 pasajes para ir, fue chistoso eso).
  

 

Fui rápido a almorzar, después a colocarme traje de baño y a la playa! El único problema fue que el agua no estaba calentita como me acordaba, muy fría, aunque se podía bañar, había gente bañándose, lo más valiente que hice fue sentarme en la playa y le dije 'ya mójame!', llegaron varias olas a mi, me mojó, me congeló y me fui a la arena a tomar sol.
Media hora más tarde, volvió a nublarse, volvió a hacer frío. leí un rato y tomé fotos de las nubes.
Volví al hotel, dormité un rato y me fui a comer una empanada de mariscos nocturno.

Día 3:
Tenía que volver, qué terrible, el día estaba despejado, nada de frío, fue como una burla, fui a caminar a la playa, compré otro collar de lapislázuli, pensaba dárselo a mi madre, pero no, se quedó conmigo. Vi a los perritos de una dálmata: negros, chicos, un poco más grandes que un peluche.
Luego, a esperar el transporte al aeropuerto, el que llegó tarde, no almorcé, esperando al caballero, creí que iba a tener algo de comida rápida por último antes de volver a Santiago, pero no, mi almuerzo fueron los dulces que dan en el avión.

Fotos de la playa, sacándome pica cuando me iba y tentándome cuando llegué.



 

3 comentarios:

Unknown dijo...

Mish niña, quien como tú. Lo pasaste muy mal jajaja. Lo bueno es que tuviste un cambio de aire ^^. Aprovecha de descansar bien esta semana para volver con las pilas cargadas. un abrazo y estamos al habla.

Unknown dijo...

jajaja pucha Fran que te puedo decir, solo a ti te pasan estas cosas jajaj, ve el lado positivo por lo menos te arrancaste de santiasco y cambiaste de aire :P

Unknown dijo...

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